El catalizador de un vehículo es un componente del sistema de escape que controla y reduce la emisión de gases nocivos. Este dispositivo fue obligatorio desde 1993 para todos los coches de gasolina y a partir de 1997, para todos los diésel
El convertidor catalítico, como también es conocido, cumple una importante labor gracias a los valiosos metales de su interior: paladio, rodio y platino. La venta de dichos elementos en el mercado negro parece estar detrás de una oleada de robos de estas piezas en toda España.
Según ha anunciado El País, los robos de catalizadores se han convertido en una preocupante tendencia en Estados Unidos y su frecuencia aumenta por todo el país.
La sustracción no es una operación sencilla. Pero según el sector estos delitos no remitirán, más bien todo lo contrario dada la enorme frecuencia con la que se está produciendo.
El precio en el mercado negroo está detrás de estos robos: el paladio, que cuesta en torno a 30 euros el gramo; el platino (60 euros por gramo) y el rodio (hasta 700 euros el gramo), que se utilizan para fabricar desde otros catalizadores hasta joyería.
Consejos para evitar que nos roben el catalizador, según El País:
- En la calle, evitar estacionar el coche en lugares solitarios, apartados y poco iluminados.
- No aparcar con dos ruedas subidas en la acera, porque eleva el coche sobre el suelo y facilita el acceso a las piezas bajo la carrocería.
- Marcar el catalizador grabándolo con la matrícula del vehículo o el VIN (Vehicle Identification Number) dificultando de esta manera la posterior venta de piezas en el mercado negro.
- Pintar el catalizador con alguna pintura estridente que lo diferencie a simple vista de una pieza original.
- Instalar en el taller una plancha inferior protectora que, aunque no evitará el robo al 100 %, sí servirá como medio disuasorio al complicar el acceso y las labores de desmontaje del catalizador, que llevará bastante más tiempo.
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